‘Crowdfunding inmobiliario’, la forma de invertir en ladrillo desde solo ¡50 euros!

Se puede lograr una rentabilidad de hasta el 20%

Ana Más

El precio de la vivienda tiende a subir a largo plazo incluso por encima de la inflación y por  eso es normal que los españoles que pueden invertir, lo hagan en vivienda. De hecho, según los datos del INE, entre enero y octubre, se vendieron en España 503.327 pisos.

Sin embargo la compra de inmuebles es algo que muchos no se plantean porque piensan que requiere de una fuerte inversión, sin embargo esto no es del todo verdad. Hay una forma de invertir en ladrillo con muy poco dinero: a partir de cincuenta euros. En cuanto a la rentabilidad de este tipo de inversión, suele oscilar entre el 8% y el 20%, dependiendo del riesgo que se asuma.

Se llama ‘crowdfunding inmobiliario’ y consiste en juntar a muchos inversores para que participen en la financiación de proyectos inmobiliarios. Lo explican desde reental.co: «es una forma de inversión colectiva que permite a los inversores participar en proyectos relacionados con el sector inmobiliario. En lugar de invertir grandes cantidades de dinero en un solo inmueble, los inversores pueden colaborar económicamente en varios proyectos a través de plataformas especializadas».


Ventajas del Crowdfunding Inmobiliario

Customer signing a real estate contract in real estate agency.

Hay varias plataformas de crowdfunding inmobiliario, que son las que seleccionan los proyectos inmobiliarios y actúan como intermediarias entre promotores e inversores, a los que dan todos los detalles y que aportan su capital en función de sus posibilidades.

Según va progresando el proyecto, «los inversores pueden recibir rentabilidades periódicas en función del rendimiento de este, ya sea mediante el alquiler o la venta del inmueble», explican.

Desde 20Minutos hablan de una de las fórmulas más extendidas en el crowdfunding inmobiliario, que los inversores se unan para otorgar un préstamo al promotor, como si se tratara de un banco. Se trata de proyectos con un interés y un plazo fijado y la inversión se recupera al terminar este.

Hay otra modalidad, cuya rentabilidad es mayr,  y en la que los inversores son accionistas del proyecto del promotor que reparte con ellos de manera proporcional la rentabilidad que se genere.

Los proyectos pueden ir desde la construcción y comercialización de una promoción de viviendas hasta la compra de un piso para ponerlo en alquiler, explican desde el mismo medio y su principal aliciente está en su alta rentabilidad y su bajo riesgo, algo a lo que contribuye que se puede «diversificar la inversión distribuyendo el capital en diferentes proyectos inmobiliarios».

Además pemite al inversor la entrada en proyectos a los que de otra manera no podría acceder. Aunque como en cualquier inversión también existe el riesgo de pérdida de capital, además de la depreciación del inmueble o posibles problemas en las reformas.

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