Las velas para disfrutar del 40 cumpleaños tampoco pueden faltar.

Diez cosas que me han pasado desde que cumplí los 40 años: «Pues ya verás cuando cumplas 50»

El hilo de X (antes Twitter) con el que te identificarás si has alcanzado la década

Redacción Cadena Dial

Una vez más, ponemos el foco en uno de esos hilos de X (antes Twitter) para buscar tus reacción hacia las reflexiones que en la plaza del pueblo virtual realizan muchos tuiteros. En esta ocasión, la conversación gira en torno a la edad: mejor dicho, a la entrada por parte de una mujer en la década de los 40 y los cambios que ello ha provocado en su vida.

Marta G. Navarro se presenta el X (antes Twitter) como @iMeMiNe: “Yo no la conocía de nada, y la tía controla.” @danirovira Escúchame en: @ElDesguaceRadio @El5Beatle #UnMinutoPaTi@GD_RNE

La invitación que Marta realiza para generar conversación ha causado su efecto y más de uno le advierte de que «Ya verás cuando cumplas 50″·


El hilo de X (antes Twitter) que enganchará a los cuarentones

Marta G. Navarro comienza así: Diez cosas que me han pasado desde que cumplí los 40 años.

1. Presbicia. A los seis meses de mi cuarenta cumpleaños, de un día para otro, empecé a ver borroso de cerca. Ya no puedo leer pantallas sin gafas. De hecho he ido a por ellas para escribir este hilo

2. Renuncia. Ya son más las cosas que no haré que las que haré, por coherencia y decisión propia. No tener tantas posibilidades y enfocarme en lo que SÍ quiero y puedo hacer, me ha proporcionado una calma existencial única. Y eso me hace muy feliz.

3. Mi aspecto y mi mente no casan con la idea que tenía de qué es tener 40 años. Los llevo muy a gala, y reconozco que me encanta cuando me dicen que no los aparento. Pero soy muy consciente de que los tengo. Es como que una parte de mí pensó que nunca los tendría, ¿os pasa?

4. Estoy más feliz que nunca con mi cuerpo. En los últimos dos años, sin embargo, comiendo lo mismo he cogido dos y tres kilos, respectivamente. Pero más que el peso me noto hinchada, como si mi cuerpo se fuera a desbordar si le dejo. Y, paradójicamente, tengo menos apetito.

5. Mi cuerpo me pide que lo ejercite. Nunca he sido capaz de hacer ejercicio, pero ahora se ha convertido en una obsesión conseguirlo porque sólo me encuentro bien física, y anímicamente, cuando lo hago. Además, estoy perdiendo (más) fondo, y me preocupa.

6. Perimenopausia. Esto es antes de la premenopausia. La regla se me retrasa una semana aproximadamente, cada mes, y durante esa semana me siento como un globo a punto de explotar. Los desajustes hormonales propios del periodo me duran pues casi dos semanas.

7. Vivo en modo experto. ¿Sabéis cuando Bill Murray ya sabía qué hacer en cada momento y lugar en «Atrapado en el tiempo«? Así me siento, como que me sé más o menos las reglas del juego. Eso no significa que pueda evitar equivocarme, pero ahora puedo identificarlo más fácilmente.

8. Por esto anterior, me fuerzo a probar cosas nuevas todo el rato. Me cuesta más conectar con lo nuevo, empaparme de códigos nuevos: musicales, sociales, comunicativos… Lo noto con TikTok, veo un abismo generacional que me dificulta entender a los nativos de esta app.

9. Desde los 40 he sentido la urgencia del vivir porque sé que lo más probable es que me queden menos años que los que ya he vivido. Tengo un plan de vida de cosas que quiero dejar hechas antes de morir. Ya no dejo cosas a medias, las acabo todas aunque no sea como me gustaría.

10. Estoy plenamente cómoda en mi piel. He aceptado mis defectos, sin mirar a otro lado, y los seguiré puliendo mientras viva. He asumido mis fortalezas, y mis debilidades, y tengo muy claros y presentes mis límites. Así que me saco más partido.

En resumen, desde que cumplí 40 tuve claro que quería vivir en consecuencia, sacarle partido a la madurez en la que ahora vivo. Y, de momento, está siendo la mejor década de mi vida. Soy muy feliz. Con dificultades y problemas, algunos gordos, pero eso es la vida siempre.

 

 

 

 

 

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