Se puede llorar de frio: la razón de esta respuesta fisiológica de nuestro organismo

Mantener una correcta hidratación es esencial

Ana Más

Con los días de frío es bastante frecuente salir a la calle y que comencemos a lagrimear, algo que puede llegar a ser muy molesto. Sí, se puede llorar de frío. La razón de que esto suceda es que la superficie del ojo tiene que estar muy hidratada para estar en perfectas condiciones. Al entrar en contacto con el viento y el frío, se reseca y la humedad se evapora. Entonces el ojo se defiende produciendo lágrimas para volver a hidratarse y lubricarse.

Lo explican desde la web de productos de cuidado para los ojos sensibles Bencils: «el frío hace que la capa que los cubre se evapore y se pierda. Pero a diferencia de la piel, los ojos tienen un mecanismo de defensa innato para rehidratarse: producir lágrimas».

Mónica López, presentadora del programa de TVE,  ‘Ahora o nunca’ explica algunas pautas para cuidar nuestros ojos. Lo primero es mantenerlos hidratados, para lo que recomienda el uso de lágrimas artificiales y evitar así «la irritación, la sensación de ardor o el picor». Además del uso de humidificadores que mantengan el ambiente húmedo, parpadear frecuentemente también ayuda a mantener el ojo hidratado.


La hidratación muy importante para no llorar de frio

Person having dry itchy eyes using antihistamine medicine

Las gafas de sol actúan como barrera a la hora de proteger nuestros ojos del viento y el frío y prevenir así los problemas de conjuntivitis. López explica que al sentir lagrimeo y picazón es frecuente que nos frotemos el ojo, algo que hay que evitar. «Lo mejor es lavarlo con suero y tratar la zona con cuidado». Desde Bencils añaden que «unas pestañas más largas y densas evitan que la capa de lubricación del ojo se evapore, al crear un muro fuerte de contención».

Si sentimos lagrimeo solo con el frío y no hay ningún otro síntoma adicional podemos estar tranquilos, explican desde la clínica oftalmológica González Costea .Sin embargo si notamos que la situación se prolonga mucho o que nos ocurre incluso cuando hace más calor, debemos acudir al oftalmólogo para que descarte alguna otra complicación, explican.