Esta, junto a Mayka, Manuel, Finito y Keroseno, se convertía en una de las nominadas de la semana, por lo que su continuidad en el concurso está en manos de los espectadores. La nominación, junto con el resto de emociones vividas la noche de este jueves, ha sobrepasado a la concursante, que rompía a llorar: «No puedo, que yo vivo muy tranquila y me doy cuenta de la maldad. Todo el día diciéndome tonta, burra, insultos. Aquí eso no debería estar permitido. No quiero pasar mi tiempo con gentuza. Tendría que estar con mi hija».
Lucía manifestaba sus ganas de abandonar el concurso, si bien algunos sus compañeros se encargaron de mostrarle su apoyo y hacerla entrar en razón. Efrén Reyero y Marta López fueron algunos de los que se acercaron a ella y le señalaron que precisamente por su hija debía mostrarse fuerte y seguir adelante. La colaboradora de Telecinco incluso le hacía prometerle que no iba a abandonar el programa.
«No voy a abandonar… no tengo un duro«, expresaba entonces Lucía, haciendo con ello una confesión económica. Y es que de estas palabras se podría deducir que el económico es uno de los principales motivos que la han llevado a participar en el concurso.
No obstante, parece que los gastos también son elevados, y es que Lucía no solo tiene que sacar adelante a su hija Mía, sino también pagar la casa que se acaba de comprar, un piso en la localidad gaditana de Puerto Real que le ha costado 176.000 euros.
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