Quizá no se vea a simple vista la suciedad de esta esponja, pero es precisamente un mal que no se ve. Es curioso que algo diseñado para limpiar sea a su vez un foco de peligro biológico tan grande, y esto no es una exageración. Según un estudio de la Furtwangen University y el Centro de Investigación de Salud Ambiental en Alemania, un estropajo corriente hay más de 12.900 billones de bacterias que se quedan atrapadas a causa de la mezcla de suciedad que hemos limpiado y de la humedad que retiene.
Las especies que predominan en este útil de limpieza son la Acinetobacter, la Chryseobacterum y la Moraxella. Si estas invaden nuestro organismo pueden causar distintas infecciones, auqnue no lo creyeses antes de leer esta noticia. En cuanto a las dos primeras, se dan en pacientes con problemas sistémicos ya presentes a la hora de la infección o inmunodeprimidos. La última de ellas es la causa más común de la conjuntivitis.
Aunque estas no supongan un riesgo mayor en la población, sí que podrían llegar a causar problemas en niños pequeños, pacientes inmunodeprimidos (como los transplantados), los pacientes de diabetes o las personas mayores.
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