Para conseguir el máximo salario, debemos tener como objetivo saber qué es lo que más valora nuestro entrevistador. Para ello, en cuanto tengamos ocasión debemos plantearle la siguiente pregunta: «¿Qué aptitudes y experiencia separan al candidato al que se le ofrecería como sueldo el rango más bajo de la horquilla prevista del candidato por el que estarían dispuestos a pagar el rango más elevado?».
En cuanto consigamos tener ese dato, lo siguiente será ir introduciendo en el resto de la entrevista «las aptitudes y experiencias más valoradas aplicadas a nuestro propio curriculum, siempre y cuando realmente las tengamos«, explican desde elperiodico.com.
Pero desde el mismo medio plantean otro supuesto: que en la oferta de trabajo no se especifique el sueldo. En ese caso, Howell explica que «no hay que cortarse y debemos preguntar por el salario», ya que no tenemos otra manera de saber si nos interesa realmente. Algo tan sencillo como preguntar con naturalidad: «¿Sería posible conocer la remuneración prevista para este puesto?».
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