Ahora, en una charla con Carlos Herrera, este ha compartido los motivos que le llevaron a tomar esta decisión, además de disculparse y reconocer su error por no haber tomado antes la decisión. Y es que aunque sabía que su espantada iba a causar agitación entre los invitados, no esperaba que llegara hasta la prensa del corazón.
«La gente está acostumbrada a casarse o separarse, pero a suspender una boda unas horas antes no. Entiendo el follón que ha formado, pero no me imaginaba que iba a levantar tanto revuelo«, expresaba.
Casi dos meses después el diestro ha querido contar su versión de los hechos, ya que en este tiempo se han dicho muchas cosas al respecto «y la mayoría no son ciertas«. «Aquí la única verdad de lo que pasó es que Carmen y yo somos dos personas que nos queremos mucho, que teníamos una relación muy buena en muchos aspectos, pero yo venía arrastrando una serie de dudas que no fui capaz de resolver«, compartía sincero.
Consciente de que el momento no era el más oportuno, se disculpaba públicamente: «Asumo mi decisión y pido perdón, no por la decisión, sino por el momento en el que la tomé, horas antes, con todo organizado, los invitados allí«. No obstante, también reconoce que en cualquier momento la decisión hubiese sido dolorosa igualmente.
Entre las cosas que más lamentaba estaba la de poder haber hecho daño a Carmen Otte, la que era su prometida, y a la familia de esta. Para estos solo tiene buenas palabras y les guarda muchísimo cariño. «Lo gestioné mal. Al final son muchas circunstancias, porque es una persona a la que quieres. Siempre encontrábamos el motivo para seguir hacia delante y luchar por la relación y cuando te quieres dar cuenta tienes el toro debajo de la cama«, confesaba, recalcando que «no fue un calentón ni un arrebato de un momento«.
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