Cruzar calle gesto coches

¿Agradeces con un gesto a los coches que paran para dejarte cruzar la calle? Esto dice la psicología de ti

Algo tan sencillo tiene grandes beneficios en uno mismo

Noelia Bertol

Con la frenética rutina del día a día, hay gestos que parecen insignificantes pero que esconden un gran significado. Uno de ellos es levantar la mano a modo de agradecimiento a los conductores que se detienen en un paso de peatones para que estos puedan cruzar. Según la psicología, este simple acto revela rasgos muy positivos de la personalidad.

Los expertos señalan que quienes realizan este gesto suelen tener una visión más optimista del mundo, lo que se traduce en una vida más satisfactoria. Además, apuntan que este tipo de cortesías refuerzan la conexión entre las personas, incluso cuando son completos desconocidos.

Persona conduciendo coche
Persona conduciendo un coche | Getty

Lo que la psicología dice de ti por este gesto

No se trata sólo de educación. Este comportamiento se asocia psicológicamente con la atención plena, una técnica que ayuda a centrarse en el aquí y el ahora, lo cual permite relativizar el estrés. Concretamente, los estudios en gratitud muestran que el acto de dar las gracias (incluso de formanima) activa regiones cerebrales relacionadas con la calma y el bienestar, propiciando la liberación de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores imprescindibles para la felicidad.

Otro rasgo que se pone de manifiesto en estas personas es la empatía, el ponerse en la piel de otro. Ser conscientes de que un conductor ha hecho un esfuerzo para detenerse implica así el ponerse en su lugar, y la empatía es crucial para la convivencia y para poder mantener relaciones.

Y aún hay más: la práctica habitual de la gratitud (ya sea verbalmente o a través de gestos) contribuye a reducir la ansiedad, mejorar la autoestima y aumentar la capacidad de afrontar bien situaciones adversas. Puede incluso contribuir a aumentar la calidad del sueño y a estimular el sistema inmunológico.

Por tanto, la próxima vez que cruces la calle y un coche frene para ti, levanta la mano y agradece. No solo estarás mostrando tu cara más amable, sino que también estarás cuidando tu bienestar emocional e impulsando una sociedad más empática y agradable. ¡No cuesta nada!

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