Alejandro Sanz ha estado rodeado de música desde el día que nació, y así lo ha demostrado en todas y cada una de sus etapas profesionales. La última de ellas, ‘¿Y ahora qué?’, llegará por fin en concierto a nuestro país a partir del próximo año, después de hacer escala en gran parte de Latinoamérica.
En estos conciertos tan especiales para él hará un repaso por las canciones que han marcado su carrera discográfica desde que comenzara hace ya más de tres décadas, aunque su relación con la música empezó mucho antes, cuando apenas era un niño, tal y como él mismo ha confesado en alguna ocasión.
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Alejandro Sanz ha estado vinculado al mundo musical desde que apenas era un niño, y es que ha crecido en un entorno en el que las guitarras, las palmas o los cantes eran un tópico del día a día, y sobre esto ha reflexionado en numerosas ocasiones, dando la importancia que merece a su infancia, que a fin de cuentas le hizo ser como es en la actualidad.
Lo hizo por ejemplo en el podcast de Roberto MTZ, donde en una charla distendida habló sobre sus primeros años de vida en el sur de nuestro país: «En mi casa y en mi familia siempre hubo música. Nosotros somos del sur de Andalucía, entonces todas nuestras reuniones giraban en torno a la música; o sea, las Navidades, las fiestas, los cumpleaños. Todo era siempre una hoguera, una guitarra, mi padre era músico, entonces en mi casa siempre hubo guitarras y, desde muy chico, sentía esa atracción. Me gustaba el mundo de la música», comentaba para posteriormente justificar cómo se produjo su primer encuentro real con una guitarra: «Mi padre me empezó a poner las manos, como se dice, en la guitarra, enseñándome los primeros acordes. Y un día, mi madre, que se quería quitar de en medio a mi hermano y a mí porque estaba sola con nosotros y éramos muy jaleosos, nos quiso apuntar a una clase de kárate, para cualquier cosa, pero estaba cerrada la academia de kárate. Y al lado había una de guitarra, entonces me metió a guitarra, ¿sabes?«.
A su vez, no quiso dejar de confesar cuáles son sus preferencias discográficas, referenciando a algunos de los grandes artistas de nuestro país: «Mis gustos musicales vinieron mucho por la música que mi padre ponía en esos interminables viajes que hacíamos de Madrid a Cádiz en un Seat 600, que era un coche chiquito que se calentaba y había que parar a echarle agua. Y ponía siempre flamenco. Entonces, lo primero que yo escuché así con enjundia, que me movió y que me erizaba la piel, era Paco de Lucía, Los Manuel, cosas así. Entonces, los niños de mi edad escuchaban los grupos de moda de los chicos, que eran Parchís, y yo escuchaba a Paco de Lucía. Tenía una inquietud, era como el rarito de la pandilla».
Una infancia que empezó a pincelar a uno de los artistas más grandes de la música que nos une.
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