El fenómeno de los atracones de series puede parecer una forma cómoda y entretenida de relajarse… hasta que se convierte en un hábito que impacta en nuestro bienestar sin que nos demos cuenta.
Daños en el sueño y estado emocional provocados por las series
Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, los expertos señalan que ver muchos capítulos seguidos de nuestra serie favorita está relacionado con el insomnio, cansancio diurno, e incluso un círculo vicioso entre sueño y emociones negativas.
El uso de la pantalla emite luz azul, dificulta la segregación de la melatonina y retrasa el descanso, lo que incrementa la impulsividad emocional y reduce nuestra capacidad de autocontrol.
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Además, ver series por soledad o como escape emocional puede convertirse en un patrón similar a otros comportamientos adictivos, reforzando un estado emocional ya vulnerable.
La memoria de pez y el efecto túnel
Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya advierten que los atracones pueden mermar la retención de la trama, fenómeno conocido como «memoria de pez». Esto puede reducir nuestra capacidad crítica y atención, lo que llaman «efecto túnel». Saturamos la mente de información sin dejar que se procese y consolide.
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Esto ocurre porque nuestro cerebro necesita tiempo y contexto emocional para consolidar recuerdos. Cuando consumimos capítulos de golpe, las escenas y las tramas no se vinculan con nuestras vivencias ni se asimilan, lo que las hace olvidables.
Claves para un consumo consciente
Espacia tu consumo diario. Ver uno o dos capítulos al día ayuda a procesar mejor de lo que ves y a mantener la atención.
Comenta lo que ves. Hablar o compartir con amigos o familiares lo que has visto favorece la comprensión y fortalece la memoria.
Escoge con intención. Evita que los algoritmos de las plataformas como Netflix o Disney+ dirijan todo tu tiempo; elije tu el contenido.
Cuida tu descanso. Limita series intensas antes de dormir, atenúa la luz y no veas en la cama para intentar mantener el ritmo circadiano.