
El problema viene cuando las respuestas a estas preguntas se convierten en algo peligroso. Según un estudio del Center for Countering Digital Hate (CCDH), ChatGPT podría estar ofreciendo indicaciones muy perjudiciales a los jóvenes más vulnerables.
Los autores de esta investigación y miembros del CCDH, se crearon cuentas falsas en las que se hacían pasar por adolescentes y así consultar a la Inteligencia Artificial cuestiones en relación a problemas de salud mental, desde los trastornos de alimentación a los pensamientos suicidas.
En la mayoría de las respuestas no había consejos sobre cómo buscar ayuda profesional sino, por ejemplo, en el caso de los trastornos alimenticios, llegaban a incluir planes detallados para implementar dietas con niveles muy bajos en calorías o estrategias para ocultar los malos hábitos de alimentación al resto de la familia.
El director ejecutivo de CCDH comentaba que «la respuesta inicial visceral fue, oh dios mío, no hay barandillas». Con lo que se refería a que no existen medidas de protección dentro de este tipo de chats, haciendo que nuestros adolescentes queden totalmente expuestos a estos horribles consejos o recomendaciones.
MÁS SOBRE: