
Y es que tener un rostro más redondeado o una ligera inflamación, puede estar alertándonos de que estamos sometidos a un elevado nivel de estrés e incluso ser un indicador de problemas de salud más profundos. Y es que el cortisol permite que el cuerpo regule todo, «desde el metabolismo hasta el sueño, pasando por la función inmunitaria y la inflamación, pero podría decirse que es más conocido por ayudar al organismo a responder a las amenazas percibidas, una función que le ha valido el apodo de «hormona del estrés», explicaban desde National Geographic.
La ‘cara de cortisol’ es «una manifestación real del estrés en tu cuerpo. Cuando estamos bajo presión constante, el cuerpo libera cortisol, una hormona que nos ayuda a manejar situaciones difíciles. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, los niveles de cortisol permanecen elevados, lo que puede causar retención de líquidos, especialmente en el rostro«, comentaban desde Glamour.
La expresión se refiere a «los cambios físicos en la cara que pueden ocurrir debido a niveles elevados prolongados de cortisol. Estos cambios suelen incluir un aumento de los depósitos de grasa alrededor de la cara, dándole un aspecto más redondeado o hinchado, a veces conocido como ‘cara de luna'», añadían desde Woman.
Y es que este exceso de cortisol no solo se manifiesta en el rostro, también puede ocasionar aumento de peso, sobre todo en la zona abdominal, fatiga crónica, problemas en la piel, insomnio y cambios en nuestro estado de ánimo que incluyen irritabilidad, ansiedad o depresión.
MÁS SOBRE: