Hace tan solo unas horas Carlo Costanza, el hijo mayor de Mar Flores, compartía un vídeo en su Instagram en el que no deja lugar a dudas de la mala racha que ha pasado y de la que empieza a salir. «El vídeo creo que lo dice todo. Después de mucho tiempo parece que estamos de vuelta y creo que esta era la mejor forma para resumir un poco porque he estado tanto tiempo desconectado«, escribía junto a la publicación, en la que relata con pelos y señales por todo lo que ha pasado, algo que justifica su salida de las redes sociales.
A las que se refiere como «ese adictivo mundo de apariencias donde tenemos más prisa por mostrar lo que vivimos que de vivirlo realmente», y habla sobre la necesidad de aparentar ser felices sin serlo y mostrar una realidad muy distinta a la real: «Todo el día encima de una pantalla y alejado siempre más de nosotros mismos, y por eso, decidí parar», explica.
Pero la cosa no ha quedado ahí. De forma muy valiente, Carlo explica cómo se ha sentido todo este tiempo de lucha consigo mismo y mucho sufrimiento, además de hacer un duro trabajo para encontrar su verdadero yo: «…donde he pasado por los momentos más oscuros de mi vida, aun creyendo haber pasado ya por ellos demasiadas veces, donde he tenido que lidiar con infamia, mentira, acoso, depresión….«, escribía.
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Pero además se ha referido a todos aquellos que le han dado la espalda durante este tiempo: «Abandonado por mucha gente que pensaba amiga, familiares que me han dado la espalda a nivel personal y laboral…» e incluso ha hablado de las noches en vela y de las veces que le ha asaltado la idea de retomar los malos hábitos y de caer en lo fácil y rendirse.
Termina comparándose como un guerrero en toda esta lucha: «He entendido que Dios da sus peores batallas a sus mejores guerreros, donde una vez más he corroborado que lo que no te mata te hace más fuerte. Que los problemas son problemas porque tienen una solución y si no, no lo serían. Simplemente, es la vida que avanza y da sabias lecciones», y se ha acordado de aquellos que sí han estado y están junto a él, de su amor y madre de su hijo, Alejandra Rubio y por supuesto del bebé: «El apoyo incondicional de la familia, el amor y sobre todo, este bellísimo regalo del cielo transformado en vida que lleva mi sangre, mis genes, mi legado, mi hijo«.
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