
El neuropsicólogo José Antonio Portellano Pérez dio sus claves en una entrevista para Informativos Telecinco: «Hay zonas en el cerebro del hombre que pierden sustancia gris y, al mismo tiempo, esa pérdida de neuronas muy poco consistente se compensa. Eso que el propio cerebro se adapta a la nueva situación (paternidad) y facilita que en el lóbulo frontal, que es donde está la toma de decisiones, programación de la conducta, la función ejecutiva, que es como se llama, haya modificaciones«.
José Antonio Portellano Pérez ha escrito 21 libros, entre los que destaca ‘Neuropsicología infantil’ y 40 capítulos, así como de 180 artículos en publicaciones españolas y extranjeras. Él mismo asegura que faltan estudios científicos que estudien con más profundidad acerca de los cambios que se generan en el cerebro del hombre. Aunque afirma que sí hay evidencia científica de que el hombre reduce, por un periodo temporal, la testosterona.
Uno de los estudios de los que habla es el que realizó la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que siguió a 624 hombres de entre 21,5 y 26 años durante 4,5 años, antes y después de que se convirtieran en padres. La testosterona es la hormona que controla el desarrollo y funcionamiento de los órganos genitales y la aparición de ciertos rasgos de masculinidad, por lo que tendría sentido pensar que disminuye en los primeros meses en los que el hombre es padre.
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