
«La disposición de las personas a empatizar varía según el objetivo: un individuo o un grupo de personas«, agrega el doctor Hajdi Moche, de la Universidad de Linköping (Suecia), autor principal del artículo publicado en ‘Frontiers in Psychology‘.
«En concreto, las personas estaban más dispuestas a empatizar con un grupo que con un individuo, aunque empatizar se consideró más laborioso y angustioso que mantener la objetividad, tanto para el individuo como para el grupo«, añade.
Según las investigaciones, los expertos aseguran que empatizar se vuelve más fácil en comparación. Los participantes informaron que describir grupos era más difícil que describir individuos. Los participantes también valoraron mejor su propia eficacia al empatizar con grupos: esto podría haber aumentado su confianza y los animó a empatizar.
También es posible que las expresiones faciales neutras y la falta de lenguaje corporal en las imágenes individuales dificultaran la comprensión de los sentimientos de las personas y las desanimaran a intentarlo. Diferentes expresiones faciales o diferentes niveles de información contextual podrían afectar las decisiones que toman las personas.
«Sería interesante probar esto con más detalle, enfrentando directamente al individuo y al grupo, y dejando que los participantes eligieran con cuál de estos preferirían empatizar, y luego, en otra ronda, con cuál preferirían ser objetivos«, concluye Moche.
MÁS SOBRE: