
Un gesto con el que ahora se debe tener cuidado, y es que los estafadores han empezado a utilizar esta técnica para que nuevas víctimas caigan en sus redes. El modus operandi, como mencionamos, resulta familiar. Los delincuentes simulan un accidente leve, generalmente un roce en el retrovisor del coche de la víctima en cuestión. Tras el supuesto incidente, abordan al conductor con una actitud conciliadora, dejando una nota con un teléfono para llevar a cabo los trámites oportunos.
Aquí es cuando comienza la trampa. Tal y como señala el abogado @lawtips en su cuenta de Instagram, donde tiene más de un millón de seguidores, «cuando llamas al número de teléfono te dicen que para contactar con la aseguradora y que se arregle todo te van a hablar por WhatsApp, y en ese mensaje te meterán un link en el que si pinchas se introducen en tu teléfono o te pedirán tus datos. Encontrarán la manera de estafarte y ahí ya la has cagado«.
Lo que parece una solución rápida y amable se convierte en una pesadilla financiera y a niveles de privacidad. En algunos casos los estafadores han logrado acceder a datos bancarios e información confidencial con las que manipular a sus víctimas.
Y es que el objetivo de los estafadores es encontrar la manera de hacerse con información personal tuya para utilizarla en su propio beneficio. «El consejo principal con el que te tienes que quedar para todo el siglo XXI es no pinchar en enlaces de desconocidos«, señala este.
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