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De Pablo López a Aitana: fueron capaces de convertir el tiempo en canciones, literalmente

Las horas pasan a lo largo de sus letras

Nuestros artistas se liberan a la hora de componer, y es que es el momento que ellos tienen para expresar sobre la hoja en blanco todo aquello que les ocurre, y no es necesario que sea con historias propias, sino que también pueden hablar sobre las vivencias de la gente de su alrededor. A veces utilizan recursos, y muchos de los cantantes, como Pablo López o Joaquín Sabina, hablaron del tiempo en sus temas, convirtiendo la hora en parte de sus letras.

Pablo López o Estopa y el arte de convertir el tiempo en canciones

• Pablo López – Las 17:00

En 2017, Pablo López publicó su cuarto disco de estudio, ‘Camino, Fuego y Libertad’, y entre su repertorio encontramos ‘Las 17:00’, uno de los temas más profundos del disco en el que, como su propio título indica, le dio un peso importante al tiempo y a las horas.

«No quería dejar de llamar a la puerta de la tentación que me invita al desastre, no podía dejar de buscar el piano de aquella canción que jamás me cantaste. 17 00, de un reloj desesperado, son las 5 de la tarde y no tengo la intención de terminar, yo no quiero que me cuenten el final».

• Aitana – Hoy es tu cumpleaños

‘Cuarto azul’ de Aitana es uno de los grandes discos que nos deja el 2025, tanto que algunos meses después de su publicación sigue rompiendo récords gracias a canciones como ‘Superestrella’. Casi al final del mismo, encontramos ‘Hoy es tu cumpleaños’, que arranca con una referencia horaria directa.

«Ocho y cuarto, me olvidé de cerrar la ventana del cuarto, me levanto, por el ruido del aura de fuera, hoy no dormí tanto. Aparentemente un día normal, pero se siente extraño, sería un día normal, pero hoy es tu cumpleaños. Y ya no estoy contigo en verdad quiero que seas feliz, pero no te lo digo».

• Joaquín Sabina – Y nos dieron las diez 

Entre los clásicos de Joaquín Sabina encontramos esta canción que formó parte del álbum ‘Física y química’ y que desde entonces se convirtió en uno de los grandes éxitos de su trayectoria, de esos que no han faltado en ninguno de sus repertorios y en el que no hay una única referencia a las horas, sino varias.

«Caminito al hostal nos besamos, en cada farola, era un pueblo con mar, yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola. Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, y las dos y las tres, y desnudos al anochecer, nos encontró la luna. Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos, el verano acabó, el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno».

¿Con cuál te quedas?