Cada vez son más las conversaciones con amigos, familiares o en redes sociales que acaban con en la misma conclusión: «el mercado está fatal». Y no se dice por decir. Lo que muchas mujeres expresan, en realidad, es que encontrar una relación igualitaria entre ambos es imposible.
Es por ello, que el término heteropesimismo se ha vuelto recurrente para describir ese cansancio de muchas mujeres con las relaciones heterosexuales. No significa renunciar al amor, sino reconocer una sensación compartida: «prefiero estar sola antes que mal acompañada».
Se trata de un reflejo de las relaciones modernas, esas en las que abundan las historias que todas hemos escuchado (o vivido) alguna vez. Esa amiga que suspira y dice: «me ha vuelto a dejar en leído», la que cuenta que su cita de Tinder desapareció sin dar señales, o la que descubre que él «solo buscaba algo rápido».

Situaciones tan cotidianas que se han vuelto casi un guion repetido en las conversaciones de grupo,
Ese cansancio acumulado es el que lleva a muchas mujeres a decir basta. Mejor solas que atrapadas en una relación mediocre. Y ahí es donde el heteropesimismo se convierte en una manera de nombrar lo que tantas sienten.
Cuando Sexo en Nueva York se estrenó hace 25 años, muchas mujeres se vieron reflejadas en Carrie Bradshaw y sus amigas. Cuatro neoyorquinas buscando el amor entre cócteles, tacones y desencuentros.

Para la Generación X y los millennials, aquello eran historias de citas fallidas y líos sentimentales que Carrie y sus amigas contaban como cotilleos. Complicaciones románticas contadas con humor, que hoy en día ese tipo de situaciones ya no se leen con tanta gracia.
Se interpretan más como señales de un amor agotado, donde la decepción se repite y da lugar al heteropesimismo.
Ese mismo desencanto del que hablamos también se cuela en la música que escuchamos. Y es ahí donde las canciones de mujeres se convierten en un espejo perfecto. Baladas y himnos, que desde el dolor, también abren paso a la independencia y el despecho.
Por ello, dejamos por aquí algunas de las canciones de artistas Dial que con su voz pusieron en palabras lo que tantas sienten:
Aborda la ruptura desde ese resentimiento; a veces el dolor es tan intenso que desahogarse parece la única salida.
«De ti aprendió mi corazón. De ti aprendió mi corazón. No me reproches que no sepa darte amor»
El himno actual del despecho a los ex: ironía, rabia y empoderamiento. Cuando una ruptura se convierte en un fenómeno cultural global.
«“Vas acelerado, dale despacio. Mucho gimnasio, pero trabaja el cerebro un poquito también”
El desencanto del día a día. Una relación desgastada que solo sobrevive.
«Todo el mundo sigue hablando y nadie está escuchando. Sufrimientos que tragar mientras se sigue andando. Construir en un espacio la alegría que anhelé, la conseguiré»
Habla de la frustración y decepción en el amor moderno, cuando las promesas no se cumplen y las palabras se pierden.
«Y yo, me defiendo atacándote así, retorciendo palabras de amor. Intentando que quieran decir lo que yo no me atrevo»
Una balada que retrata la trampa de quedarse en una relación por inercia, cuando sabes que te están amando a medias.
«Hoy te daría palabras de amor y las caricias que perdí… Cuánto sentimos, cuánto no decimos, que a golpes pide salir…»
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