Divorcio

‘Divorcio humano’: Un proceso moderno alejado de la abogacía convencional

Aquellos en que las dos partes reman a favor para que la separación sea lo más calmada y conciliadora posible

Lucía Villalba

Un divorcio no siempre es un proceso complicado. Aunque el final de una relación, más si hay hijos de por medio, es un camino (como diría Melody) de espinas y rosas. En muchos casos, se ha normalizado la idea de que cuando una pareja se divorcia abre una guerra de intereses en la que «hay que sacar la mayor tajada posible», y en esta idea el abogado juega un papel muy importante.

Pero, como todo, los divorcios también están evolucionando, y algunos paradigmas también están quedando obsoletos. Existe una nueva tendencia: hablamos de los divorcios responsables divorcios conscientes, y son aquellos en que las dos partes reman a favor para que la separación sea lo más calmada y conciliadora posible, y donde se tiene muy en cuenta el bienestar de los niños o adolescentes, en el caso de que la pareja los tenga.

¿Qué significa el término ‘divorcio humano’?

Dentro de los divorcios reponsables, la abogada Gema Benavides ha creado un método llamado ‘divorcio humano’ con el que pone del revés todos los procesos convencionales asociados con los divorcios. Así lo explica ella misma en una entrevista a Informativos Telecinco: «El divorcio humano es una nueva forma de proceso que he creado como un modelo dentro del proceso judicial de divorcio de mutuo acuerdo (el matrimonio quiere divorciarse sin conflicto) que coloca en el centro a las personas, que cuida y atiende las necesidades reales de los hijos menores y de los padres, y protege los intereses de todos en el proceso judicial. Es un abordaje holístico que considera la totalidad de la circunstancia familiar para trabajar desde ahí«.

Tras trabajar muchos años en bufetes, observó que no se atendían los derechos de los menores, sino que se jugaba a guerras sucias entre las parejas. «Me sorprendió la falta de espacio y de cuidado a las personas en estos procesos y esto me llevó a cuestionarlos y a profundizar en ellos. No todas las personas quieren ir a la guerra en un proceso de divorcio, es más, muchas no quieren ir, pero no hay alternativas desde la abogacía convencional«.

Por lo que este tipo de divorcio pone el foco en los niños, dándoles por primera vez voz. Por eso se acompañan, no solo de un abogado, sino también de profesionales especialistas para permitir a las familias transitar este proceso con claridad, tranquilidad y confianza. «En un divorcio donde hay niños la prioridad son ellos, y lo son porque están condicionados por las decisiones que toman los padres, los niños no pueden elegir sus circunstancias pero los padres sí«.

Sin embargo, como dice, este método no es para todo el mundo: «Es para aquellas familias que deciden ponérselo fácil a sus hijos y a ellos también, que entienden que, a pesar del dolor que trae este proceso, un ciclo termina pero otro empieza. Es momento de construir esta nueva etapa para que los hijos y los padres puedan continuar sus vidas con paz y calma«.

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