El fenómeno del ‘dry begging‘, también conocido como “comunicación silenciosa”, se ha convertido en una de las causas más frecuentes de ruptura en las relaciones de pareja. Este término hace referencia a una forma de expresar necesidades emocionales sin decirlas directamente, lanzando mensajes pasivo-agresivos o apelando a la culpa sin verbalizar de forma clara lo que se desea.
Lejos de ser un problema menor, el dry begging puede llegar a desgastar profundamente los vínculos afectivos. Así lo indica Julio García Gómez, director de comunicación de la Fundación Casaverde, quien explica que este tipo de comportamiento “es la falta de manejo de las habilidades de comunicación y expresión emocional que puede conducir a la ruptura de la pareja por no decir las cosas abiertamente”. Para García Gómez, esta forma de presión indirecta genera un daño silencioso que mina la confianza y la conexión emocional.
El experto en relaciones personales Darren Magee, citado en un artículo reciente del New York Post, coincide en que esta práctica es destructiva, ya que en lugar de fomentar el diálogo sincero, promueve el uso de indirectas emocionales para expresar malestar.
Frases comunes como “Ya sabía yo que esto pasaría”, “Haz lo que quieras” o “Tú verás” no expresan directamente lo que se quiere o siente, pero dejan en el aire un mensaje que busca despertar culpa o confusión en la otra persona. Esto provoca una desconexión emocional que puede conducir a la ruptura.
En este contexto, el uso de las llamadas 5W periodísticas puede ayudar a prevenir conflictos y fomentar una comunicación más empática. García Gómez recomienda aplicarlas de la siguiente manera en el ámbito de la pareja:
Responder a estas preguntas de forma conjunta puede favorecer un “diálogo efectivo”, en palabras del experto, permitiendo identificar con mayor claridad las expectativas y necesidades de cada miembro de la pareja.
García Gómez destaca la importancia de usar “la palabra justa en el momento justo”. Frente a las frases hechas, las indirectas o los silencios cargados de reproche, es fundamental verbalizar lo que uno necesita de forma directa pero positiva, sin herir ni manipular emocionalmente al otro.
En definitiva, evitar el dry begging implica practicar una comunicación honesta, clave para fortalecer cualquier relación afectiva.
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