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El consejo de Ana Guerra para aceptar un rechazo: templanza y evitar la insistencia como claves fundamentales

Una enseñanza que radica en uno de sus últimos conciertos

Marcos Aceña
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Ana Guerra
Está a punto de cumplirse un año desde que Ana Guerra publicara ‘Sin final’, el que es su último disco de estudio hasta la fecha y el tercero de su carrera, que incluyó temas como ‘Contar mentiras’, ‘Tal para cual‘ o su magistral dueto con Chenoa, ‘Me quiero más a mí’.

En todo este tiempo ha tenido tiempo para demostrarnos su talento en uno de los concursos televisivos más longevos, ‘Tu cara me suena’, así como para seguir deleitándonos con su música, tal y como hizo con el lanzamiento de su tema más reciente, ‘La llama’. Además, está llevando a cabo una tirada de conciertos bajo el nombre ‘Hilo Rojo Tour’, y en una de sus últimas paradas ha tenido que hacer frente a una situación que no suele ser usual en este tipo de eventos.

Un espectador del concierto rechaza la invitación de Ana Guerra

Todo ha ocurrido en el concierto que Ana Guerra ofreció en el municipio malagueño de Coín, donde se reencontró con todos los seguidores que se quisieron acercar a pasar una velada mágica con ella recordando algunos de los grandes éxitos que han marcado su carrera desde que saliera de la academia de ‘Operación Triunfo 2017’.

En un momento concreto del recital, la protagonista se dirigió desde encima del escenario a una persona que se encontraba entre el público para invitarle a cambiar de sitio: «¿La puede usted dejar pasar por la valla que es que yo solo la veo cuando me pongo aquí a la derecha? Que yo te quiero ver todo el concierto», espetaba Ana Guerra haciendo una propuesta que parece ser imposible de rechazar.

Pero la destinataria prefirió quedarse en su sitio pese a que la canaria lo intentara de nuevo: «Yo soy más cabezota que tú. ¿Tú eres más que yo? Habrá que verlo un rato, que yo te quiero ver, hazme el favor. ¿No me vas a hacer feliz? Que no quiere, que no te muevas Mati, un aplauso para Mati que no se va a mover, solo te veré cuando venga para acá».

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Así, deja demostrado que se puede aceptar un rechazo de manera positiva, respetando siempre la posición de la otra persona y evitando la insistencia.

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