
Se trata de unas enigmáticas formaciones geológicas que son el resultado de un largo proceso geológico que comenzó hace millones de años. Agujas de roca calcárea que se originaron en un antiguo fondo marino durante el período Cretácico, cuando esta región estaba sumergida bajo el agua. Tal y como explican desde el ayuntamiento de la localidad, «con el paso del tiempo, los sedimentos marinos ricos en carbonato cálcico se compactaron, formando capas de roca caliza«. Luego, los movimientos tectónicos elevaron esas capas a la superficie dejándolas expuestas a la lluvia y al viento, cuyo papel fue fundamental en el proceso.
La lluvia, rica en dióxido de carbono, disolvió la roca caliza mediante un fenómeno conocido como karstificación, creando grietas, fisuras y formas únicas, explican, y añaden que «a lo largo de los siglos, la erosión continuada moldeó las estructuras más frágiles, dejando en pie las formaciones más resistentes: los imponentes ‘frailes’ de piedra que hoy podemos admirar«.
MÁS SOBRE: