
Se trata de un reciente análisis realizado con modelos de procesamiento de lenguaje natural y reconocimiento de patrones acústicos y en el que la IA analizó no solo la parte técnica del sonido (velocidad, melodía…), sino también las emociones que despierta. Hay tres acentos del español en concreto que capturan la atención y el interés de la gente mucho más que el resto.En concreto, el acento de Colombia, sobre todo el de Bogotá y el de Medellín; el argentino, en especial el porteño; y el español peninsular, especialmente el que se habla en Madrid y en las zonas centrales.
El estudio, lejos de intentar establecer una jerarquía entre los acentos, pretende entender cómo ciertos patrones fonéticos generan reacciones emocionales más intensas que otros, demostrando que un acento no solo nos atrae por como suena, sino también por lo que evoca.
Del primero, del colombiano, lo que detectó la IA fue, sobre todo, su equilibrio entre claridad fonética y suavidad emocional, además de su ritmo, que no es ni muy rápido ni muy lento, y su entonación neutra, amigable, comprensible. Además, detectó que este acento suele provocar respuestas emocionales asociadas con la amabilidad, el respeto y la simpatía.
La IA asoció el acento porteño con emociones intensas como ‘la pasión, la confianza y la creatividad‘, además de obtener puntuaciones muy altas en términos de atención sostenida y recordación en grabaciones de voz y entrevistas.
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