
«No aguanto verme todos los días en un plasma y menos aún con la edad que tengo. Hay un bajón físico importante. Incluso había días que prefería quedarme en casa a verme así», confesó Jorge Javier en su entrevista en ¡De Viernes!. Tras más de 30 años frente a las cámaras, el presentador comenzó a notar cómo el paso del tiempo le provocaba rechazo hacia su propia imagen. Según él «no es lo mismo verse a los 20 o 30 que a los 50 y pico», y esta diferencia le afectaba emocionalmente.
Lo que comenzó como una intervención menor en el cuello terminó transformándose en un full face, un cambio integral que afectó varias zonas del rostro. Durante el verano, el presentador se sometió primero a una blefaroplastia, para rejuvenecer la mirada, y a un lip-lift, que ajusta la piel entre la nariz y el labio superior. Semanas después completó el proceso con cirugía en cuello, mandíbula y un lifting facial general, logrando un rejuvenecimiento más armónico y equilibrado.
«Mi idea inicial era hacerme únicamente el cuello, pero cuando el cirujano me vio, me explicó que era un candidato perfecto para otras intervenciones que mejorarían el conjunto de mi rostro. Al final, decidí hacerlo todo de una vez para conseguir un resultado más natural y duradero«, explicó Jorge Javier, mostrando la sinceridad que le caracteriza. Según él, este tipo de decisiones no se toman a la ligera, sobre todo cuando la exposición frente a las cámaras es diaria y constante.
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