
En ella habla de la canción nacida de una relación apasionada con una novia costarricense, la actriz Giannina Facio. Aquella etapa, según describe el cantante, estuvo marcada por una mezcla entre dulzura, deseo, armonía y desgarro. El artista recuerda que, al comenzar a escribir las canciones de su álbum Salamandra, ella seguía muy presente en su memoria.
En la letra de la canción, al igual que en la descripción de la publicación, evoca su voz, su piel, su manera de caminar «a ritmo de chachachá«, las faldas altas y este encanto natural que, confiesa, dejó el listón alto emocional muy alto. De ese universo íntimo nació Nena, un retrato directo de cómo vivieron su relación y de la profunda huella que dejó en él.
En las páginas del libro, Bosé describe aquella historia como «una locura llena de especias y mieles», un amor construido sobre promesas, deseos y contradicciones. Relata años de placer y armonía que terminaron entre lágrimas, cuando algo comenzó a faltar sin que ninguno de los dos supiera nombrarlo. «Te echo de menos, Nena… no te olvido», escribe con total sinceridad.
Nena fue compuesta junto a Vittorio Ierovante y Elio Aldrighetti y publicada originalmente en Salamandra. Años más tarde, el tema encontró una segunda vida cuando Miguel Bosé lo reinterpretó junto a la mexicana Paulina Rubio para un álbum lleno de colaboraciones, Papaito, donde muchos de sus clásicos tuvieron una segunda vida en forma de duetos.
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