
La mañana arrancó en Zamora, en pleno Parque Natural del Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto. Allí los monarcas pudieron comprobar el alcance de los daños y agradecer a los equipos que lucharon contra las llamas. Pero lo más comentado fue cuando pusieron rumbo a León.
Felipe y Letizia estuvieron en el mirador de Orellán, en el parque natural de Las Médulas. Allí les esperaba el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la ministra de Igualdad, Ana Redondo. El paisaje era tan impactante que Felipe VI no pudo ocultar su asombro. El Rey exclamó: «¡Dios, los castaños!«, recogido por El Diario de León. Un gesto de naturalidad que reflejaba lo mismo que sienten los vecinos al ver cómo el fuego arrasó parte de su tierra.
Tras el impacto inicial, tocaba reunirse con los representantes locales, los alcaldes de Carucedo, Borrenes, Orellán, Voces, Puente de Domingo Flores y Yeres, además de la alcaldesa pedánea de Las Médulas. El motivo del encuentro era el de conocer necesidades urgentes y abrir vías para que la vida en la comarca pueda volver a la normalidad lo antes posible.
Después, en la Casa del Parque de Carucedo, Felipe VI tomó la palabra. Reconoció que la situación es «desoladora» y que la tragedia ha afectado tanto al patrimonio natural como a las familias y economías locales. Pero también quiso subrayar que queda espacio para la esperanza: «Lo principal se ha podido salvar«. Según explicó, ahora lo importante es unir esfuerzos y escuchar de cerca a los vecinos.
MÁS SOBRE: