
En mitad de su repertorio, cuando se quedó solo sobre el escenario con su guitarra acústica, Leiva pidió al público que apagara los teléfonos móviles. Lo sorprendente fue la respuesta. El auditorio entero obedeció, y durante varios minutos nadie levantó una pantalla para grabar el momento. La sala quedó sumida en la oscuridad, iluminada únicamente por el escenario, y el silencio respetuoso acompañó la música.
Marina Salas, conocida por sus papeles en series como Yo, adicto, Hache o El Barco, relató emocionada cómo vivió aquella situación. Según explicó, lo que más le conmovió no fue solo la petición del cantante, sino la reacción del público, que aceptó dejar de lado la costumbre de grabar para centrarse en escuchar y sentir el instante.
@vanityfairspain ¿Qué es vivir bien? La actriz #MarinaSalas se une a Alberto Moreno (@alberto.moreno.lopez) y Jesús Terrés (@jesus.terres) para contestar a esta difícil pregunta en #Decirlascosas, el podcast de Vanity Fair para #granmelia, y coinciden en que para vivir bien es importante ser conscientes de los buenos momentos mientras ocurren. LINKS EN LA BIO de @vanityfairspain ♬ sonido original – Vanity Fair España
Las redes sociales se llenaron de comentarios tras conocerse el testimonio. Muchos usuarios coincidieron en que momentos así resultan cada vez más raros en la era digital, en la que casi todo se comparte en tiempo real. “No se disfruta igual si estás pendiente de grabar”, opinaba una internauta, mientras otros aplaudían el gesto de Leiva y la complicidad del público. También hubo quienes mostraron escepticismo, preguntándose qué sentido tiene acumular grabaciones que luego apenas se vuelven a ver.
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