Vivimos en un tiempo en el que la necesidad de registrar cada instante con el móvil parece inevitable. Leiva logró algo que muchos habrían considerado imposible. El escenario fue el Movistar Arena de Madrid, abarrotado con 17.000 personas que acudieron a disfrutar de uno de los conciertos más esperados del exintegrante de Pereza. Allí, la actriz Marina Salas vivió lo que ella misma ha definido como una experiencia “excepcional”, y lo contó días después en el pódcast ‘Decir las cosas’, producido por Vanity Fair para la cadena Gran Meliá.
En mitad de su repertorio, cuando se quedó solo sobre el escenario con su guitarra acústica, Leiva pidió al público que apagara los teléfonos móviles. Lo sorprendente fue la respuesta. El auditorio entero obedeció, y durante varios minutos nadie levantó una pantalla para grabar el momento. La sala quedó sumida en la oscuridad, iluminada únicamente por el escenario, y el silencio respetuoso acompañó la música.
Marina Salas, conocida por sus papeles en series como Yo, adicto, Hache o El Barco, relató emocionada cómo vivió aquella situación. Según explicó, lo que más le conmovió no fue solo la petición del cantante, sino la reacción del público, que aceptó dejar de lado la costumbre de grabar para centrarse en escuchar y sentir el instante.
La actriz reconoció que su primer impulso fue automático: sacar el móvil para registrar la actuación. Sin embargo, al percatarse de ello, comprendió que estaba viviendo algo único, precisamente porque todos habían renunciado a capturarlo en vídeo. Esa reflexión, compartida después en el pódcast y difundida por Vanity Fair en TikTok, se viralizó rápidamente.
@vanityfairspain ¿Qué es vivir bien? La actriz #MarinaSalas se une a Alberto Moreno (@alberto.moreno.lopez) y Jesús Terrés (@jesus.terres) para contestar a esta difícil pregunta en #Decirlascosas, el podcast de Vanity Fair para #granmelia, y coinciden en que para vivir bien es importante ser conscientes de los buenos momentos mientras ocurren. LINKS EN LA BIO de @vanityfairspain ♬ sonido original – Vanity Fair España
Las redes sociales se llenaron de comentarios tras conocerse el testimonio. Muchos usuarios coincidieron en que momentos así resultan cada vez más raros en la era digital, en la que casi todo se comparte en tiempo real. “No se disfruta igual si estás pendiente de grabar”, opinaba una internauta, mientras otros aplaudían el gesto de Leiva y la complicidad del público. También hubo quienes mostraron escepticismo, preguntándose qué sentido tiene acumular grabaciones que luego apenas se vuelven a ver.
No existen imágenes de aquella escena, lo que la hace aún más especial para quienes la vivieron. Solo queda el recuerdo de los presentes, marcado por el silencio, la música y la emoción compartida. Para Marina Salas, aquella noche en el Movistar Arena fue la confirmación de que aún es posible, aunque solo sea por unos minutos, desconectarse del mundo digital y entregarse a la experiencia de estar verdaderamente presente.
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