
Esta medida forma parte del ambicioso Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados (ES-AV), diseñado para regular y supervisar el despliegue de coches sin conductor en vías públicas.
Desde el pasado 20 de junio, todo vehículo que participe en ensayos de conducción automatizada debe portar esta pegatina, que se coloca en el parabrisas delantero, en la parte inferior izquierda, o en un lugar visible si el vehículo no dispone de cristal frontal.
El distintivo, de forma circular y de color rojo, incluye la matrícula, un número de automatización, un código QR vinculado al programa de la DGT y una ilustración de un coche con dos pasajeros y señal de Wifi.
La etiqueta roja no tiene carácter medioambiental, como las ya conocidas B, C o ECO, sino tecnológico. Está destinada exclusivamente a vehículos con niveles de autonomía SAE 2 a 5, incluyendo coches, motos, furgonetas y vehículos industriales ligeros que operan sin conductor o con asistencia mínima.
También se aplica a prototipos controlados remotamente desde salas de mando.
El programa ES-AV contempla tres fases de pruebas:
La iniciativa ha sido recibida como un hito regulador que posiciona a España como país pionero en Europa en la integración segura de vehículos automatizados.
El distintivo será obligatorio para todos los vehículos autónomos autorizados por la DGT, y su distribución inicial se limitará a canales institucionales y empresas acreditadas. Aunque aún no se ha confirmado el precio oficial, se estima que oscilará entre los 5 y 10 euros.