
La grabación muestra al artista junto a varios miembros de su equipo, entonando a capela uno de los temas más coreados de la gira, Pueblo Salvaje. Una escena natural, espontánea y llena de complicidad que refleja la unión que existe tras los bastidores del Tour Salvaje.
En la descripción que acompaña la publicación, el cantante de Isla Cristina resumió el espíritu tan representativo de su gira: «Pueblo Salvaje es tu identidad propia, es el empoderamiento de tu persona que se atreve a hacer lo que su corazón siente, sin importar el resultado».
Además, celebró con orgullo cómo ese mensaje se ha entendido de manera transgeneracional, con niños de 5 años cantando «Y no dejemos de amar» y abuelos y abuelas levantando la voz con «¡Que nos roban el tiempo!».
El vídeo va más allá de la anécdota. Deja entrever la esencia del álbum Pueblo Salvaje II, un proyecto que habla de la libertad, raíces y autenticidad. Y es precisamente esa energía compartida, ya sea en el escenario o en un pequeño pasillo tras él, la que convierta al Tour Salvaje en una experiencia que conecta a públicos de todas las edades.
Este espíritu ya se trasladó a Daimiel, donde el cantante reunió a más de 9.000 personas en el Auditorio Municipal. Allí, el onubense volvió a demostrar por qué su gira se ha vuelto una de las más destacadas del año.
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