Turistas en la playa viendo el mar

Los turistas británicos, preocupados por las nuevas medidas que prepara España para controlar el turismo

Estas leyes no favorecerán nada a los extranjeros que quieran adquirir una vivienda en nuestro país

Noelia Bertol

El Gobierno español ha implementado una serie de reformas que están generando preocupación entre los turistas británicos. Estas medidas, anunciadas por el presidente Pedro Sánchez este pasado lunes, buscan frenar la especulación inmobiliaria y garantizar el acceso a la vivienda para los ciudadanos españoles. Sin embargo, las restricciones impuestas a la compra de viviendas por parte de extranjeros no pertenecientes a la Unión Europea han sido recibidas con descontento por parte de los británicos. Así lo recoge el diario Birmingham Live

Las nuevas normativas, que ya se aplican en países como Dinamarca y Canadá, limitan la adquisición de propiedades en zonas costeras y turísticas, donde los británicos han sido tradicionalmente compradores frecuentes. Esta medida, que pretende proteger un mercado inmobiliario tensionado, ha sido calificada por medios británicos como un «duro golpe» para aquellos que soñaban con tener una segunda residencia en España. 

Playa de Benidorm
Getty

Unas medidas que no favorecen a los turistas

Además de las restricciones en la compra de viviendas, el Gobierno español ha introducido una normativa que obliga a los alojamientos turísticos a recopilar hasta 42 datos personales de sus huéspedes. Esta medida ha generado indignación entre los turistas británicos, quienes consideran que complica innecesariamente el proceso de hospedaje. 

El pasado 2023 visitaron España un total de 17,3 millones de turistas británicos, lo que representa el 20,4% del total de visitantes extranjeros. Estas nuevas leyes podrían tener un impacto significativo en el sector turístico español. Los británicos gastaron 19.900 millones de euros en sus viajes a España ese año, consolidándose como el mercado emisor más relevante. Tal y como señala el medio británico antes mencionado, estas nuevas medidas harán que harán «que las cosas sean más difíciles para los turistas británicos» a partir de su entrada en vigor.  

En resumen, las nuevas leyes españolas, aunque bien intencionadas y tratando de favorecer a los ciudadanos españoles, están generando un clima de incertidumbre y descontento entre los turistas británicos, lo que podría afectar negativamente al sector turístico y al mercado inmobiliario en las zonas más demandadas. 

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