
Expertos en inteligencia artificial y neurociencia computacional cuentan que las inteligencias artificiales buscan dar respuestas «aleatorias», pero evitando cifras demasiado evidentes, como los múltiplos de cinco o diez. También suelen esquivar números como el 17 o el 37, elecciones habituales entre las personas. En medio de todo esto, el 27 parece el equilibrio.
El motivo está en cómo funcionan los modelos de lenguaje de estas herramientas: los números no son valores matemáticos, sino cadenas de texto. Eso limita su capacidad de crear verdadera aleatoriedad y hace que ciertos números tengan más papeletas para salir una y otra vez.
Lo divertido es que a los humanos nos ocurre algo parecido. En un estudio sobre los números favoritos de la población, los más elegidos entre el 1 y el 100 fueron el 7, el 37 y el 77. Esto se debe a que también seguimos patrones aunque pensemos que actuamos al azar.
Otras teorías más complejas, como que las IA apliquen estructuras matemáticas ocultas o estrategias de teoría de juegos, parecen menos probables. Todo apunta a probabilidades, hábitos y cierta repetición.
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