
Existen programas especializados que ayudan a los pasajeros a superar el pánico a los aviones. Uno de los más destacados lo dirige desde hace 15 años Alfonso de Bertodano, comandante y psicólogo. Su método se ha convertido en referencia para quienes buscan reconciliarse con el vuelo.
Durante la experiencia, los instructores proporcionan herramientas de gestión de la ansiedad, explican cómo funciona un avión y resuelven dudas frecuentes relacionadas con la seguridad aérea. Según los especialistas, comprender los mecanismos técnicos y las rutinas de la tripulación ayuda a reducir la incertidumbre, uno de los factores que más alimenta el miedo a volar.
Según quienes ya han pasado por el programa, es esperanzador. “Hacía mucho tiempo que no disfrutaba del despegue de un avión”, confesaba una de las alumnas tras completar el curso, reflejando el alivio que supone volver a subir a un avión sin sentir pánico.
Estos programas no solo buscan que el pasajero pueda completar un trayecto sin miedo, sino que logre recuperar la confianza necesaria para viajar con normalidad. El objetivo final es que volar deje de ser un obstáculo y se convierta en una experiencia más dentro del viaje.
Los expertos insisten en que la aerofobia es superable y que, con la combinación adecuada de información, acompañamiento y técnicas psicológicas, la mayoría de las personas logra avanzar. En este sentido, Bertodano destaca la importancia de dar el primer paso y enfrentarse al reto, incluso si es en un trayecto breve.
Cada vez son más los viajeros que recurren a este tipo de cursos, sobre todo en épocas vacacionales, cuando el avión se convierte en la única opción para llegar a ciertos destinos. Gracias a iniciativas como esta, el miedo a volar ya no tiene por qué ser un freno para disfrutar de las vacaciones.
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