
Un estudio de la Universidad de California ha demostrado que las parejas que chismorrean tienen un vínculo más fuerte y son más felices, al hablar de cuestiones que no tienen por qué ser negativas.
El citado estudio grabó las conversaciones de 76 parejas para analizar el tiempo que pasaban cotilleando. Los resultados fueron sorprendentes, pues solo hubo una pareja que no dedicaba ni un segundo a compartir chismes entre sí.
Gracias a estos datos, los expertos entendieron que los cotilleos van más allá de lo que son y que podrían fortalecer la confianza de las parejas.
«Chismorrear negativamente con la pareja romántica al volver a casa de una fiesta podría indicar que el vínculo de la pareja es más fuerte que con sus amigos en la fiesta, mientras que chismorrear positivamente podría prolongar las experiencias divertidas«, explicaba uno de los autores de la investigación.
También afirmaron que hablar de otras personas se podría convertir en una «herramienta de regulación social», favoreciendo la conexión en las relaciones amorosas.
Y aunque a lo largo de la historia siempre se haya dicho que cotillear es cosa de mujeres, lo cierto es que otro estudio publicado en 2019 desmintió totalmente esta teoría. Además de demostrar que, por lo general, son los jóvenes quienes comparten informaciones con una intención más negativa que los adultos.
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