
Un manifestante antimonárquico, perteneciente al grupo Republic, se puso a chillar preguntas directas sobre su hermano, el Príncipe Andrés, y sobre sus vínculos con el empresario Epstein.
«¿Cuánto tiempo hace que sabes lo de Andrés y Epstein? ¿Le has pedido a la policía que encubra a Andrés? ¿Debería permitirse a los parlamentarios debatir con la realeza en la Cámara de los Comunes?», gritaba el ciudadano mientras el monarca avanzaba por el acto oficial.
Carlos III decidió mantener la compostura, ignorando los ataques y saludando a los asistentes. Testigos señalaron que parecía incómodo ante la situación, mientras algunos presentes pedían silencio al manifestante.
Además, esta escena llega después de que el Príncipe Andrés renunciara a sus títulos reales. Continúa bajo el foco mediático debido a las filtraciones de correos electrónicos que evidenciarían su relación con Epstein y su intento de desacreditar a Virginia Giuffre, quien lo acusó de abusos cuando era menor.
El Rey Carlos III se enfrenta ahora a un doble desafío. Se trata de manejar la opinión pública y resolver la situación de su hermano, que ha vivido en Royal Lodge, Windsor, sin pagar alquiler durante más de 20 años.
Recientemente, Andrés y Sarah Ferguson habrían acordado abandonar la propiedad. Mientras, se estudia que él se mude a Frogmore Cottage y ella a Adelaide Cottage, ambas residencias vinculadas a otros miembros de la familia real.
MÁS SOBRE: