
«Vosotros ya sabéis que yo soy así como de puertas para adentro y que no cuento mucho de mis cosas, pero quiero compartiros lo que normalmente llevo en mi maleta». Y a partir de ahí, empieza a contar la historia de cada uno de los objetos que lleva dentro.
Lo primero que suele meter y que para ella es indispensable es el ‘cablerío‘ como lo llama Ana. Cargadores de tipo europeo y americano, adaptadores, una luz para selfies y varios auriculares, incluidos los noise cancelling, forman parte de ese pequeño arsenal viajero. Ella misma reconoce que lo lleva «por si surge algo por el camino».
Después llega una de sus compañeras más fieles en los viajes, la gorra. «Mi gorra, mi gorra, mi gorra», repite divertida. También muestra sus bolsitas organizadoras, capaces de llevar en su interior hasta 20 camisetas. Las tiene «de todos los tamaños, colores y formas», esenciales para que su maleta no estalle.
Cuando viaja fuera de México nunca falta una buena salsa macha que define como «una delicia». La ex vocalista de Mecano muestra el libro que le acompaña en esta etapa, El camino del artista, porque «sigo siendo de papel y de oler». Y añade su bálsamo para labios, un ritual nocturno que lleva a todas partes.
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