Con la llegada del verano también lo hacen las altas temperaturas, las cuales, dependiendo de dónde te encuentres, pueden llegar a suponer un verdadero obstáculo para el día a día. Son estas mismas las que complican incluso el irse a dormir, ya que con este abrumador calor conciliar el sueño no es algo especialmente sencillo. Ante ello, aparece una de las alternativas más de moda, y más económicas a día de hoy: el ventilador de techo.
Las opciones para combatir el calor son numerosas y variadas. Desde un ventilador de pie, hasta el propio aire acondicionado, o incluso aquellos recursos caseros que prometen sacarte de un apuro. Sin embargo, y a pesar que su existencia se remonta a años atrás, es ahora cuando los ventiladores de techo parecen ser la preferencia de muchos.
Los motivos pueden ser diversos. Son muchos los que señalan su comodidad, ya que no emiten un frío tan intenso como quizás sí lo hace el aire acondicionado, mientras que otros señalan su estética. No obstante, uno de los motivos que parece tener todas las respuestas es su bajo coste.
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Cuánto cuesta tener un ventilador de techo: una opción muy atractiva
Si estás pensando en adquirir uno de estos ventiladores, debes saber que existen opciones muy asequibles alrededor de los 60 euros. A este precio inicial le debes sumar el precio de instalación que también debes de tener en cuenta. Por supuesto, que dependiendo de los gustos o preferencias de cada uno este precio variará.
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Una vez instalado, el coste que supone este ventilador a la factura es prácticamente mínimo. Es decir, utilizar aire acondicionado medio una noche entera cuesta 1,12 euros, mientras que el ventilador de techo cuesta incluso nueve veces menos; 11,2 céntimos. Un ventilador de pie puede llegar a salir incluso más barato, pero es cierto que la eficacia no es ni cerca similar.
El consumo de los ventiladores de techo al mes por ende se postula entre los 1,34 y 3,36 euros al mes. En cambio, si lo comparamos con los aires acondicionados, el precio aumenta hasta 33,6 euros al mes aproximadamente, ya que el aire no trabaja siempre a la misma potencia.
Sabiendo todo esto, queda clara la rentabilidad de los ventiladores de techo y explicado así el porqué de su repentina fama. Una alternativa que muchos ya han empezado a tener en cuenta para combatir el incremento de las temperaturas.