Artículo

Desde QFELV, ¡Feliz 2015!

Juani Femenia

Dentro de unas horas las doce campanadas. Las calles se llenarán de gente, las copas de brindis y los menos afortunados en el año que se va, querrán que desaparezca cuanto antes con el pretexto de intentarlo para mejor el que viene. Se esperan cambios. Se desearán cosas buenas para quienes están cerca, y mejor sin pensar en quienes no nos acompañan en los mismos sueños. Miraremos a través del brillo de los ojos de quienes se emocionan, e incluso descolgando un teléfono, por si ella o él se encuentran lejos, mientras que los más despabilados probarán con el «wasap» para no caer en las otras redes.
Las uvas casi enteras se disfrutan mejor, sin prisa… y si hay que cenar después del ritual, tampoco pasa nada. El año vendrá de todas, y será implacable en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad como versan los formularios de las frases sin lógica. Nada cobrará sentido si no se está preparado para dormir junto a la ilusión y a la esperanza que encabeza la lista de los buenos propósitos. Sí será la puesta de largo de muchos jóvenes que estrenan corbata, la de su hermano del año anterior, o la sombra de ojos de moda, sin esperar nada de los tacones prestados. Sea en este año que comienza, que 2015 viaje hasta donde tú se lo permitas, contigo y de la mano como poco, con el deseo renovado de ser mejores para todos y aprendices en ciernes de quienes nos puedan enseñar a serlo. En pareja o en soledad, estrenando casa, con el trabajo que se hizo esperar o por la simple necesidad de estar aquí, ahora, por alguna razón. Y de eso, tú sabes mejor que nadie.
Desde QFELV queremos desearos un feliz año nuevo. Cierto y de verdad, con lo que se puede esperar y sin miedo al fracaso… a equivocarnos… a romper si hay que romper, y a apreciar aquéllo por lo que hemos conseguido y seguimos luchando hasta ahora. Es nuestra más sincera intención, porque queremos estar aquí contigo para celebrarlo…
No nos vamos por mucho. Solo unas horas después de que termine el año y tardemos un tiempo en que no nos extrañe cambiar de costumbre al escribir, que ya estamos en 2015.

MÁS SOBRE: