Las tijeras son la representación gráfica de la vasectomía. Sí, también se le aproxima bastante la imagen de un grupo de espermatozoides dirigiéndose al óvulo con grilletes en la cola. La idea de amputación aparece en tu cabeza cada vez que piensas en someterte a esta operación. ¡Qué dolor!
Te da más respeto que aquella vez en la que tu abuelo te dirigió su mirada matadora. Normal, le acababas de quemar las cortinas jugando con las cerillas. ¿Qué esperabas? ¿Una palmada en la espalda? Si no te decides, es porque crees en esa teoría más arraigada que las torrijas en Semana Santa: con la esterilización no hay relación (sexual, se entiende).
Hasta ahora pensabas que tu amigo Toni fanfarroneaba de su ardor entre las sábanas después de su vasectomía por maquillar la realidad. ¡Pero si sabes de sobra que Toni no miente ni al parchís! Y parece un chico sabio. De hecho, la mismísima ciencia avala sus declaraciones. Para que veas la autoridad que tiene tu socio.
Si aún te quedan dudas, espera a conocer un dato revelador. Resulta que mientras Toni tiene de promedio 5,9 encuentros sexuales al mes, tú disfrutas de uno menos. Y da gracias. Así lo atestiguan los resultados de una investigación a cargo del doctor David Guo (Universidad de Stanford), quien preguntó a 6.000 hombres sobre el tema.
¿Y si estos varones mintieron? Pues para eso tenemos a las mujeres del estudio en el que se embarcó Badereddin Mohamad Al-Al. Ellas aseguran que tanto su excitación como sus coitos y sus orgasmos mejoraron de forma contundente tras la intervención quirúrgica de sus parejas. Aquí tienes entonces los efectos secundarios probados de una vasectomía: una media naranja más contenta en la cama.
Como estás comprobando, una de las consecuencias que tenías asimilada, la ausencia de vida sexual, parece más bien una leyenda urbana. Los expertos justifican esta creencia en la teoría de la despreocupación por los medios anticonceptivos. Vamos, que es más fácil pasar a la acción cuando se terminan las inquietudes del tipo «¡me olvidé de tomar la píldora hoy!» o «a ver quién encuentra a estas horas una farmacia abierta por aquí».
Tras la operación, no percibirás ninguna diferencia en cuanto a erecciones o eyaculaciones. Y si notas daño en este sentido, ¿sabes quién tendrá la culpa? Tu cerebro, que, en realidad, es el órgano sexual que manda. Venga, que solo tienes que relajarte.
Eres un tío robusto, con lo que este efecto secundario no significa nada para ti. Si te tira demasiado, no tienes más que pensar en que es cuestión de tiempo. Te queda un suspiro para tirar la casa por la ventana, sexualmente hablando.
Perfecto, necesitas que especifiquemos más. Pues bien, precisamente en el último estudio que mencionábamos, los participantes numeraron el dolor de esta pequeña incisión. En una escala del cero al diez, el nivel de padecimiento se sitúa en un 3,5. Vamos, una molestia parecida a cuando tus muelas del juicio decidieron que querían darse una vuelta por tus encías.
En definitiva, sufrimiento temporal en pequeñas dosis y mejores relaciones sexuales. Menos te da una operación de rodilla, ¿no? El efecto secundario más palpable es, lógicamente, la ausencia de espermatozoides. Por tanto, tu semen se conformará a partir de ahora únicamente del fluido de tu vesícula seminal y de tu próstata.
Conociendo los efectos secundarios de la vasectomía, ¿te animas a pasar por quirófano?
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