Aunque nos neguemos a reconocerlo, pasamos mucho tiempo en la cama -lo cierto es que nos gustaría pasar más- y realizamos muchísimas actividades en ella, desde dormir, ser pasionales, comer, leer… son muchas las cosas que se pueden hacer dentro de ésta y en ella podemos descansar y desconectar de un largo día.
Por todo esto, es necesario cambiar las sábanas al menos una vez a la semana porque sino podríamos tener problemas como infecciones, afecciones y virus, ya que en nuestras sábanas se acumulan las bacterias del día a día y aunque parezca que no, éstas pueden ser peligrosas y causar un daño relevante. Obviamente, todo depende del uso personal que le des, pero de forma general todos solemos realizar estas actividades.
Por eso ten cuidado e intenta mantener tu habitación, en general, lo más limpia posible. Algunas de las de las cosas que podría pasarte son las siguientes… ¡sigue leyendo!
1. Hongos: la enfermedad más conocida por hongos y que se suele transmitir cuando tu cama no está lo suficientemente cuidada es el pie de atleta que suele ser altamente contagiosa, así que cuidado con quien compartes cama porque podrías pegársela. Para librarte de ella deberás lavar concienzudamente tanto las sábanas, como alfombras, zapatos… vamos lo que viene siendo ¡todo! Otra de las infecciones que podrías pillar es la conocida como Candida albicans.
2. Alergias: los ácaros son esos organismos microscópicos que viven de la piel muerta y aunque no producen enfermedades graves si son los causantes de muchas alergias y esto a la larga puede suponer problemas graves, como asma o rinitis. Los ácaros pueden encontrarse en el dormitorio en general, pero normalmente tienden a estar en sitios como colchones, almohadas, etc.
3. Infección por gérmenes: cuando nuestras bacterias y hongos deciden pasar a formar parte de nuestra cama y no de nuestro cuerpo esto se convierte en un problema, ya que estos tienden a reproducirse y acabaríamos teniendo la cama repleta de posibles infecciones. Éstas pueden producir infecciones de la piel, neumonías… entre otras, así que no te despistes y cuida tu lugar de descanso.
4. virus: tanto si compartes cama como si no, cuando tienes un resfriado tienes que lavar las sábanas rápidamente ya que si no lo haces, los virus acabarán formando parte de éstas rápidamente y será prácticamente imposible una recuperación. Si duermes con tu pareja tenlo también en cuenta a él y evita contagiarlo.
Teniendo en cuenta todo esto opta por lavar tu ropa de cama una vez a la semana, mínimo, y con agua caliente. Si puedes hacerlo con más frecuencia, hazlo ya que conseguirás mantenerte más sana y segura de todos estos posibles problemas… ¿a qué no esperabas que la cama te pudiese dar tantos problemas?
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