Se acercan fechas en las que nuestro cuerpo, queriendo o sin querer, va a empezar a consumir grasas y azúcares con los que normalmente no contamos en nuestra dieta. Las navidadesson los peores momentos para intentar llevar la línea y cuidarse, es prácticamente imposible no sentirnos tentados por los dulces, el pavo, el picoteo… Pero siempre hay pequeños trucos que te ayudarán a mantenerte y a sentirte mejor. No tienes porque limitarte siempre, hay veces donde puedes darte ese pequeño caprichito, el problema es cuando durante una semana nos atiborramos a dulces navideños.
Si eres tú la encargada o encargado del menú navideño o al menos participarás activamente en algunos de sus platos, ten en cuenta que hay formas que pueden hacer que las comidas sean menos calóricas y al final acabarás beneficiando tanto a tu salud como a la de tu familia.
Algunos de los consejos que puedes seguir son los siguientes:
Los entrantes pueden ser sustituidos por algún plato de verduras: no es mala idea y tampoco se trata de poner dos trozos tontos de lechuga, acelgas, etc. en un plato, dale forma y hazlo atractivo para ti y para tus familiares. Muchas veces la comida entra por los ojos, así que piensa y regálales algo diferente y sano.
Sustituye la carne, el pollo o el pavo por el pescado: como plato principal puedes darle un giro a lo que estamos acostumbrados a ver en la mesa, opta por el pescado. Últimamente no parece tan locura y es el plato estrella de muchas casas en navidad. Acompañado de una buena guarnición y un buen producto como podría ser la lubina, conseguirás que el plato sea todo un éxito y esté exquisito. Si te decides por este producto conseguirás consumir el doble de calorías menos que si comieras pavo.
Olvídate de la mayonesa en los mariscos: aquí no te compliques mucho, deja a un lado los cócteles de mariscos y disfruta de su auténtico sabor sin tener ningún tipo de añadidos. Además tendemos a hacer uso de la mayonesa y ésta es muy calórica.
Elige las cocciones al vapor antes que las frituras: unas buenas verduras al vapor con pescado a la plancha serían un plato estrella. Rico y saludable. Olvídate de freír ya que es un trabajo engorroso y no es lo más adecuado ni para tu salud ni para la de tu familia. Tampoco te pases con las raciones, se moderado.
Antes que champagne, bebe vino: es preferible consumir bebidas alcohólicas de menor grado y sin burbujas, por eso opta por tomar vino. Tiene menor grado de alcohol y además es de las bebidas que menos engorda, de hecho los médicos recomiendan tomar una copa de vino al día.
El agua y dos meriendas al día serán tus mejores aliadas: toma de 8 a 10 vasos de agua al día, te ayudará a sentirte llena y por lo tanto a no tener hambre y estar picando entre horas. Las dos meriendas al día (pieza de fruta o algún postre más sano) te saciarán en esas horas del día donde el hambre es insoportable, pero no abuses…
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