Nuestra especialista resalta la necesidad de recuperar esa sensación de saciedad para que nuestros hijos vuelvan a controlar todo lo que comen y, sobre todo, qué tipo de cosas comen.
Para ello, nada como llevarles a hacer deporte diariamente y evitar que las comidas se hagan siempre delante de una televisión o una consola: «Así no se darán cuenta de que, por ejemplo, se han comido un bol entero de palomitas».
Por tanto, las mesas solo contarán con la comida que nos vamos a tomar, sin aperitivos; utilizando platos pequeños para que la sensación que tengan sea la de un plato lleno; y con la frente bien levantada. Aunque pueda parecer una tontería, el mayor recorrido desde el plato a la boca ayudará a que se sientan llenos antes.