Esos envases del tamaño de tu perro y de colores chillones te dan más mal rollo que ver una trampa para ratones en casa de tu última conquista. Eso sí, como más de uno y de dos conocidos te han hablado de sus bondades, albergas alguna duda sobre los suplementos deportivos. Si tomas una cucharada, ¿fortalecerás tus músculos o el desperdicio será el mismo que gastarte el sueldo del mes en cigarros sin ser fumador?
Y tus interrogantes van más allá: «¿Tomar estos complejos vitamínicos afectará a mi salud?«. A ver, no empecemos la casa por el tejado. Primero: ¿haces deporte? Porque no pensarás darte un atracón con estos productos sin levantar el trasero del sofá. Tampoco te harán falta si, como suele decir tu abuela, «te comes a Dios por una pata». En ese caso, estarás más cerca del michelín que de presumir de bíceps.
Si has descartado lo anterior y amas más el deporte que Nadal y Gasol juntos, pasamos al siguiente nivel. No te automediques probando de todo para ver qué te sienta mejor. Que esto no es una tienda de ropa. Además, piensa que podrías terminar desarrollando obsesión por alguno de esos productos. Es lo que le ocurrió a la actriz Beatriz Rico con las pastillas de creatina, tal y como ella misma desveló. Es cierto que esta sustancia, directamente relacionada con la masa muscular, crea controversia. Unos la aman; otros la odian.
Si te das un paseo por Internet, comprobarás que encontrar una respuesta unánime es más difícil que decidirse por una canción de Pablo López o una de Pablo Alborán. No obstante, más de uno y de dos nutricionistas afirman que ni la creatina es poderosa ni tú, Superman. Esta respuesta podría extenderse a otros suplementos deportivos, cuyas aparentes cualidades podrían estar impulsadas por las marcas que figuran en sus etiquetas.
Digamos lo que digamos, unos nos darán la razón y otros nos rebatirán la respuesta. Vamos, igual que el árbitro cuando le pita un penalti a tu equipo. Por tanto, para comprobar si los suplementos deportivos son efectivos o no, lo mejor es acudir a la ciencia. En este caso, citamos un experimento desarrollado por profesionales de la Universidad de Glasgow, quienes demostraron el efecto de los suplementos proteínicos en 24 voluntarios (de entre 20 y 67 años).
Idéntico plan de ejercicios y una bebida formada por 20 gramos de proteína, en un caso, o la misma cantidad de maltodextrina, en el otro. Este carbohidrato actuó como placebo. ¿Y cuál fue el resultado de este experimento? Efectivamente, no se presentaron diferencias significativas entre aquellos que tomaron el suplemento deportivo y aquellos a los que se les administró el citado placebo.
Es decir, esta sustancia no impactó de ninguna manera en el crecimiento muscular, tal y como indican también otros experimentos. Eso sí, también hay que decir que existe algún otro estudio que sí halla algún efecto al respecto. Por tanto, hagas caso a unos o a otros, lo importante es que te dejes aconsejar por un nutricionista si lo que quieres es favorecer el desarrollo de tus músculos o perder peso.
En cualquier caso, si tu dieta es equilibrada y tu aspecto es sano, ni falta te hace pensar en estos productos. ¿Para qué obsesionarte con tomar una cantidad a una hora del día? ¡Si estás estupendo! Y si deseas fortalecer tus músculos, empléate en el gimnasio y conseguirás lo que quieras.
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