En un directo con el intérprete de Verano del 95 este nos ha enseñado una de las estancias más especiales de su hogar, donde estos días se encuentra pasando la cuarentena. Se trata de una sala llena de guitarras, concretamente 41, su colección más personal. ¡Así se lo contaba a Patricia Imaz, mira!
En una conversación con un amigo al que también le pierden las guitarras ambos dedujeron que esta pasión era fruto de haber mirado embobados numerosas veces el escaparate de cualquier tienda de música cuando eran pequeños. «Cuando nos va un poco bien en vez de comprarnos un deportivo nos compramos guitarras«, añadía Rulo.
La pasión por la música y los instrumentos se la está transmitiendo a su hijo, con el que interpreta canciones, este ayudado por una pequeña batería adaptada a su tamaño. «Es un líder nato«, cuenta orgulloso.
Rulo está aprovechando estos días de confinamiento al máximo, pues dedica gran parte del tiempo a su nuevo proyecto, un libro que está escribiendo junto a la periodista musical y amiga suya África Egido.