Protegerse de los rayos del sol, llevar un estilo de vida activo e incluso intentar rebajar los niveles de estrés, además de la ayuda de la cosmética por supuesto puede ayudar mucho pero algo que es fundamental para mantener la piel firme y bonita es la alimentación, hay alimentos que pueden acelerar la velocidad de envejecimiento de tu piel.
Puedes estar cometiendo algunos errores que van en contra de tu piel, sin darte cuenta, te damos algunas pistas.
El doctor Nichollas Perricone, experto en dermatología en declaraciones a la revista Hola afirma que «El azúcar es responsable principal de la glicación, proceso por el que las moléculas de los azúcares se adhieren a las fibras de colágeno y provoca que pierdan elasticidad.”
El Dr. Nichollas Perricone también lo señala como un enemigo en el cuidado de la piel: «Aunque parte esencial del desayuno diario, se ha demostrado que su ingesta eleva los niveles de cortisol, la ‘hormona del estrés’, que produce un incremento de la insulina, una mayor inflamación celular y una alteración de la barrera cutánea que, como consecuencia, puede provocar la hipersensibilidad o procesos de imperfecciones».
Una buena alternativa es el té verde, también tiene efecto estimulante, gracias a la teína y es un gran aliado a la hora de eliminar grasas, además de ser muy rico en antioxidantes.
El Doctor Perricone concreta en los zumos: «En una fruta al natural, aunque pueda contener mucho azúcar, ésta se metaboliza bien por el alto contenido en fibra. En cambio, en un zumo se ingiere el jugo, pero no la fibra. Esto reduce la correcta metabolización y produce picos de glicación».
En cuanto al alcohol también puede perjudicar a tu piel, «Los metabolitos del alcohol, unas moléculas conocidas como aldehídos, dañan la membrana plasmática, produciendo una reacción inflamatoria en las células”.
Con la excepción del vino, que bebido con moderación es beneficioso gracias al poder antioxidante de sus polifenoles
Según el Dr. Perricone «Su alto índice glucémico es un gran responsable de la glicación. Lo mismo ocurre con otros como el pan blanco o los copos de maíz».
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