El drama de Dolores Vázquez por el caso Wanninkhof

Telecinco emitía anoche el documental sobre el caso

Ana Más

Anoche Telecinco emitía el documental Dolores: la verdad sobre el caso Wanninkhof, que trata el calvario sufrido por Dolores Vázquez, la mujer a la que se le atribuyó injustamente el crimen de la joven Rocío Wanninhkof en 1999 en La Cala de Mijas (Málaga).

Tras varios meses de investigación Dolores es detenida en septiembre de 2000 como principal sospechosa del asesinato de la joven, que era hija de su ex pareja.

Tras su detención, fue declarada culpable e ingresó en prisión dónde pasó 519 días,  además del juicio paralelo al que fue sometida por los medios y la sociedad que la presentaron cómo un mujer fría y calculadora, además de una asesina.


El documental

Dolores protagoniza la segunda parte del documental en la que habla de cómo vivió aquellos días y cómo tras demostrarse que el verdadero asesino fue el británico Tony Alexander King, fue excarcelada y se marchó  a Reino Unido, dónde había pasado su niñez y parte de su juventud.

Esta mujer rompe con el documental un silencio de 22 años,  «Yo siempre he creído en la justicia, pero ese día dejé de creer. La prensa vendió una imagen de mí que no era yo. Sin conocerme, me han hecho un juicio paralelo», explicaba.

En cuanto a por qué se ha decidido a hablar ahora, dice Dolores,  «Porque me siento más fuerte mentalmente, y para que la gente sepa más del caso… y no vuelva a ocurrir».

Además decía frente a las cámaras, «Si estás allí es porque eres culpable. Era como si lo dieran por hecho, que era yo y ya, no había nada más. Yo no tenía ni voz, ni palabra. He perdido mucho. Lo he perdido todo».

Y no sólo eso, sino que contó cómo llegó incluso a plantearse si habría cometido el crimen y lo habría borrado de su memoria, «Eso es lo que me decían en los interrogatorios«.

Además Dolores habló en el documental sobre cómo vivió el acoso e insultos que recibió en la cárcel, «Para mí fue como un maltrato, yo tenía miedo», especialmente por el trato recibido por parte de una funcionaria,  «Me tiraba del pelo» decía y del resto de reclusas ,«Ahí las demás presas me empezaban a gritar de todo desde sus celdas, me llamaban asesina, bollera, lesbiana, me decían que si quería compañía, cosas muy desagradables, muy obscenas».

Parte importante también del documental es la madre de Rocío, Alicia Hornos, que habla en el mismo de cómo se fraguó su relación con Dolores,«Yo a Dolores la conocí en la fase en la que yo me estaba divorciando de mi exmarido, ella compró una casa al lado de la mía» y de cómo se fue enamorando,  «Cuando estaba con ella sentía cosas en el estómago, me ponía nerviosa, y cuando no estaba con ella la echaba de menos, me estaba enamorando de ella, por ella sentí cosas que nunca había sentido por mi marido», reconocía.

Aunque para Dolores Vázquez la relación fuera muy diferente, tal y cómo explicaba, «Era una relación un poco extraña. Para mí. Yo recuerdo que me molestó mucho cuando me dijo que se lo había dicho a toda su familia».