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El galimatías de La Oreja de Van Gogh al destacar sus ‘anti-singles’: «El próximo será mejor»

Noelia Bertol

Hay terrenos en los que algunos de nuestros artistas aún no se han estrenado. La Oreja de Van Gogh quiso tachar ayer de su lista de pendientes uno de ellos: el de hacer un hilo de Twitter. La banda no había probado esta función estrella de la red social, muy habitual para contar anécdotas, historias o experiencias en varias publicaciones que quedan recogidas en el mismo apartado demandando un orden.

Desafortunadamente, las primeras veces no siempre salen bien y esto fue lo que le ocurrió a la banda vasca. En un intento por destacar las canciones ‘anti-singles’, aquellas que en cada disco pasaron más desapercibidas pero que tienen un especial significado, La Oreja de Van Gogh protagonizó un auténtico galimatías que solo los más entregados se quedaron a resolver. Efectivamente, entre ellos estamos nosotros.

Antes de hacer este paseo por la discografía de la banda y adentrarnos en las canciones que mencionan, cabe destacar la reacción del grupo cuando se dio cuenta de que el hilo había quedado hecho un ovillo de tal forma que uno tiene la parte inicial y la final, pero todo lo que les une está desordenado.

«Qué catástrofe de hilo, ¿por qué no nos salen todos los tweets juntitos como a las personas de bien?«, expresaba con humor la banda, para terminar lanzándoles a sus seguidores la tarea de montar aquel puzzle. «Bueno, mirad, si sabéis montar una mesilla de Ikea sabréis también juntar las piezas del hilo este. El próximo será mejor. Digo yo«, agregaba la banda.

Un paseo por nuestra música

 

Arrancamos en 1998, cuando se publicó el primer álbum de estudio de La Oreja de Van Gogh. De este disco conocemos muchas canciones que no paraban de sonar en la radio por aquel entonces. Sin embargo, la banda destaca La carta, una canción «inspirada en el atroz secuestro de Ortega Lara» y que «es una eventual carta que él escribe a los suyos«.

Continúa el viaje y la siguiente parada data del año 2000, cuando ve su publicación El viaje de Copperpot, uno de los discos más destacados del grupo. La canción que destacan en esta canción es La chica del gorro azul, un tema que «resume bastante bien nuestro espíritu musical en aquella época«. La banda recuerda, además, que el estribillo fue sintonía del programa Corazón, corazón.

2003 fue el año de la innovación y el atrevimiento, de donde salió el bonustrack de Lo que te conté mientras te hacías la dormida. «Lo produjimos nosotros mismos en un ordenador portátil de la época«, reconoce la banda, canción en la que jugaron con el AutoTune.

En Guapa, el último disco que compartieron con Amaia Montero, la banda siguió innovando y probando nuevos géneros. De este resultado nació V.O.S, una canción a la que la banda reconoce que tiene mucho cariño.

Continúa el paseo con Cumplir un año menos, una de las canciones que componen A las cinco en el Astoria, el primer disco de Leire Martínez con la banda. 

En Cometas por el cielo La Oreja de Van Gogh escondió «una canción desgarradoramente triste«. Se trata de Un minuto más y los seguidores del grupo saben lo que quiere decir estas palabras de la banda: una canción realmente emocionante.

La emoción continúa en el siguiente disco, El planeta imaginario, donde se encuentra Mi pequeño gran valiente, una canción que la banda reconoce que a Leire le costó días grabar «porque se emocionaba y no podía seguir cantando«.

Cerramos con el último disco, Un susurro a la tormenta, del cual destacan Galerna, que va de otro pequeño, aquel hijo o hija «que paga el precio de la ira entre sus padres«.

Las canciones de La Oreja de Van Gogh guardan emocionantes historias y mensajes que son dignas de escuchar. Bucear en su discografía es un ejercicio maravilloso para el alma. ¡Pruébalo!