Y es que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) expresa con total naturalidad sus opiniones en las ruedas de prensa. Argumentos que que acompaña de datos científicos siempre que es cuestionado por los informadores que realizan las coberturas desde que comenzara la pandemia.
La polémica que ha envuelto la administración de la vacuna Astrazeneca y su posible vinculación a la aparición de trombos como efecto secundario de la misma ha sido uno de los puntos sobre el que se le ha interrogado en su última comparecencia ante los medios de comunicación.
«Creo que tomar ácido acetilsalicílico no va a cambiar sustancialmente ningún riesgo a nadie, si alguien se quiere tomar una aspirina, bueno, que se la pueda tomar, pero que sepan que incluso la aspirina tiene efectos secundarios… «Igual que lo puede tener la vacuna lo tiene la aspirina. Automedicarse cuando no es necesario no es una buena práctica», argumentó.
Para Simón, la vacuna de AstraZeneca es «una de las armas buenas que tenemos para acabar con la epidemia«, aunque entiende que pueda «haber generado dudas en la población».
Los últimos análisis de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) presentados sobre la seguridad de AstraZeneca certifican que hay algún tipo de «vínculo» entre la vacuna y los extraños trombos detectados entre personas relativamente jóvenes recién inoculadas, entre ellas sobre todo mujeres menores de 60 años. Sin embargo, los expertos de este organismo siguen considerando que los beneficios de la vacunación son mucho mayores al riesgo apreciado. La mayoría de casos de trombosis notificados se han producido en población más joven.
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