Noticia

Kiko Rivera, durísimas declaraciones: «Prefiero morirme sin abrazar a mi madre”

Ana Más

Kiko Rivera ha ofrecido una nueva exclusiva en este caso a la revista Lecturas, la primera además que realiza en su casa, lo único que tiene en propiedad tal cómo cuenta él mismo. Un ático que  acaba de recuperar después de que el último inquilino se lo dejara destrozado además de no pagarle.

Una conversación en la que el hijo de Isabel Pantoja explicaba «Es el primer reportaje que hago en casa propia. Bueno, Cantora es mi casa también, pero era de más pequeño»

Jorge Javier Vázquez ha sido el encargado de realizar las preguntas al DJ. Una entrevista en la que habla de las cosas más relevantes de su vida y por supuesto entre ellas está la relación con su madre.


Kiko Rivera: Cantora, su prima Anabel y  su tio Agustín

Y sobre Cantora precisamente le explicaba a Jorge Javier «Le hice a mi madre una oferta, limpiar la deuda y poner Cantora a mi nombre, como quería mi padre. No contestó».

Y terminaba con una tremenda frase en la que afirmaba : «Prefiero morirme sin abrazar a mi madre».

Dolido y decepcionado con su madre  dice que no quiere ver a la tonadillera por miedo a un chantaje emocional que no podría soportar.

Sobre su prima Anabel a la que además del parentesco le unía una muy buena relación que parecen haber perdido Kiko explicaba «Anabel ya no es la misma. Está un poco subida, todo el día enfadada, dando golpes en la mesa: ‘Soy Anabel Pantoja».

Además Kiko Rivera habla en la exclusiva de las acciones legales que ha tomado contra su tío Agustín y el punto en que se encuentra el enfrentamiento con él, además de lanzarle una advertencia desde las páginas de la publicación.

Kiko cree que su tío tiene “atada de pies y manos a mi madre por algo”.

Noticias Relacionadas

Así le vio Jorge Javier

El aplaudido zasca de Jorge Javier Vázquez a Sofía Suescun en Supervivientes

Sobre la entrevista Jorge Javier cuenta que  encontró a Kiko firme en su convicción de no querer trato con su madre y explica  “pasados los meses veo a un Kiko distinto. Menos enfadado y más decepcionado. Herido. Sabe que, aunque le duela, todavía no debe ver a su madre porque entonces habrá perdido la batalla. Nada habrá valido la pena. Entiende que si la ve ella será capaz de convencerlo y toda su lucha se irá al garete.”

 

MÁS SOBRE: