Hasta en un 42% se ha incrementado el número de infartos entre personas que realizaban largas jornadas laborales, una circunstancia que podría haber empeorado con la pandemia y el aumento del teletrabajo, que conlleva una imposibilidad de desconexión en muchas ocasiones.
La revista Environment ha sido la encargada de publicar este análisis global que relaciona la salud y las largas horas de trabajo y para ello se han estudiado decenas de informes realizados antes de la pandemia con cientos de miles de participantes.
Trabajar en exceso puede dañar nuestra salud física y mental… Existe un síndrome, el de Burnout bajo el que se enmarca la condición psicológica y física típica de los ambientes laborables exigentes y con poca capacidad para responder a las necesidades de los profesionales.
El incremento sin medida del trabajo tiene sus efectos, entre ellos: Ansiedad, el insomnio, dolores de cabeza, lumbares, problemas gástricos y, los más graves, problemas cardiovasculares.
Precisamente, este estudio concluye que trabajar 55 horas o más a la semana se asocia con un aumento del 35% del riesgo de un accidente cerebrovascular (AVC) y del 17% de morir de una cardiopatía isquémica, comparado con una persona que trabaja entre 35 a 40 horas semanales.
Estos son algunos datos que lo corroboran fechados en 2016 y que hoy publica Nius.es: